martes, 5 de junio de 2012



Cornudos



Un senor llega de la cena de su empresa con una borrachera de campeonato,
entra en su casa repasando para hacer ver que se encuentra bien:
Esta es la puerta de entrada a mi casa,
Esta es mi cocina,
Esta es la habitacion de mis ninas,
Esta es mi habitacion,
Esta es mi lampara que esta en mi mesita,
Esta es mi mujer, y el que esta a su lado, ese, ese, !soy yo!






Eran dos maridos enganados, compadres entre ellos. Cada uno sabia lo de su
compadre pero no lo suyo. Ambos querian informar al otro de su mal, pero
la tarea era muy delicada y dificil. A uno de ellos se le ocurrio una
forma sutil de hacerlo; se fue a un matadero y consiguio una cantidad
considerable de cuernos, lleno una bolsa, se fue a casa de su compadre y
la derramo frente a la puerta. El hombre de la casa salio y le dijo:
Hola compadre, veo que acaba de recortarse.






Dos obreros de la construccion conversan durante el almuerzo:
?Sabes quien es Miguel de Cervantes?
Pues no...
!Que tonto eres! Deberias ir a la nocturna.
Al dia siguiente, el primero vuelve a preguntar:
?Sabes quien es Albert Einstein?
Pues no...
!Que tonto eres! Deberias ir a la nocturna.
Otra vez, siguiente dia, el mismo obrero pregunta:
?Sabes quien es Karl Marx?
Pues no...
!Que tonto eres! Deberias ir a la nocturna.
Entonces el otro, ya harto, le dice:
Y tu, ?sabes quien es Pedro Toro?
Pues no...
!Que tonto eres! Es el tipo que se acuesta con tu mujer, mientras vas a la
nocturna.






Un hombre entra a su casa, sube las escaleras y entra a su cuarto, alli
encuentra a su mujer apenas vestida, semi tapada con una manta y un poquito
exaltada.
El hombre, un poco ingenuo, le dice:
Amor, ?estas bien? ?tenes un ataque?, amor, ?que te pasa?, amor...
En ese momento entra uno de sus hijos, y le dice al hombre:
Papa, en el placard hay un cuco.
El senor va a ver, llega hasta el placard y abre la puerta, y adentro
encuentra a su mejor amigo, y le dice:
Ay Juancito, mi mujer con un ataque, y vos asustandome a los pibes.




Habia un senor que al salir de su casa para tomar el transporte publico
siempre le decia otro hombre:
Adios, cornudo.
Y el no entendia nada, asi pasaron 5, 6, 7 dias y lo mismo.
Entonces, el senor le dice a su esposa:
Oye, sabes que todos los dias un hombre me dice: "Adios Cornudo".
Y al siguiente dia cuando salio de la casa el mismo hombre le dijo:
!Encima de cornudo, chismoso!


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